Viajando en Micro det.
Pocas
veces un mortal tiene la suerte de toparse en un micro escolar yendo junto a
varias bandas de death metal hacia un bar perdido en el sur del Conurbano bonaerense.
Por esta razón cuando me llego la invitación para formar parte de este viaje no
lo dude.
Con un “Dale, Voy” reserve mi lugar, y es que
además de que tocaba esta tremenda banda llamada INFLECTION, estaba SOCIAL SHIT, una de las bandas que me
introdujo al Grind Nacional y a la cual tenía muchas ganas de ver. La noche era muy prometedora, estaban todos los condimentos para guardarse
en mi retina para siempre.
A
las 20.40, llego al punto de encuentro,
como siempre el micro estaba un poco atrasado ideal para conocer a la
familia de Inflection, músicos, novias, amigos, y todos los habituales
habitantes de los pogos de esta gran banda de,
como dirían ellos, Det Metal. Tuvimos que esperar poco mas de 40 minutos
para la llegada de nuestro transporte, una vez arribado el micro, procedimos a
acupar nuestros asientos y a subir los equipos.
25
personas amantes del Death Metal estaban desparramados por el micro, expectantes de ver
un gran show. La cuenta me daba algo poco habitual para el death extremo, casi
la mitad del micro estaba ocupado por chicas hermosas, lo cual me dio la pauta
de que algo está cambiando en este mundo, la otra mitad, los músicos y el
publico “normal”.
El
viaje tuvo un clima de camaradería con
aires de viaje de egresados, no falto el alcohol, las charlas
mundanas, las bromas entre amigos, y por supuesto, las charlas sobre
música. Y es que en definitiva, es la
música lo que une a este grupo de personas.
Durante
dos Horas, atravesamos gran parte del sur del conurbano observando algunos
lugares dignos de una película de zombis, otros, dignos de informes
amarillistas de la TV. De repente el micro frena en la puerta de un
bar. Habíamos llegado a destino.
Procedimos
a bajar todo y organizarnos para ingresar al recinto. Algunos subían con los
equipos, otros con el alcohol y los que quedaban se hacían lugar para poder
fumar un cigarrillo y esperar la apertura de la primer banda.
El
lugar, un pequeño bar con dos mesas de pool, parecía más que acogedor. Por el
escenario estaban diseminados los instrumentos.
Me toco hacer de plomo por unos minutos, porque esto es
el Under, todos ayudan a hacer todo! Por lo cual gustoso acomode algunas cosas.
Unos minutos después, COPROCEFALIA, con los que compartimos el viaje, se preparaba para iniciar la velada de la muerte.
Que comience la masacre.
Con
una propuesta Grindcore con baterías y bajos programados, para mi es CyberGrind, los acordes violentos
de COPROCEFALIA retumbaban en los oídos de los asistentes. Si bien el estilo no
es del todo de mi agrado, la gente recibió más que bien la propuesta. El dúo
traía de la mano de letras totalmente viscerales un clima de morbosidad
inigualable, la noche recién comenzaba y en el techo del bar se iban formando
nubes de tormenta, la lluvia de tripas resonaba sus tambores de guerra...
Una vez finalizado el show de apertura,
mientras BUCAL DEFECATION armaba el
escenario, abajo, en el área de
recreación, las charlas, los juegos y las cervezas salían como pan caliente, un
clima de compañerismo se olía en todo el lugar,
y es que los presentes somos parte de lo mismo.
BUCAL DEFECATION comenzó a rugir sus guitarras al ritmo de su Grind Death, los temas
referidos a lo que tenemos debajo de la piel, hacían sentir el olor pútrido de
una voz en agonía, con una batería destructiva que taladraba los oídos de
cualquier escucha. El pogo comenzaba a
sentirse en el campo de batalla, la banda estaba demostrando sus credenciales
de Death metaleros. Un show divertido y brutal, justo lo que nos recomienda el
doctor cuando nos manda a romper con la monotonía, llegaba a su fin. Los aplausos hacían mosh trepándose al
escenario, La fiesta continuaría con FIBROMA.
Hace
mucho que no veo festivales como el Gorification Fest, donde muchas ramas del
Death Metal se pueden apreciar en unas 4 horas de show sin que haya comentarios
cerrados que siembren división en vez de crecimiento. Ya habían pasado Cyber Grind, Grind Death,
ahora el turno ante nuestros oídos de una propuesta mas cerca del Death
Moderno.
FIBROMA apareció ante todos con una propuesta
más cercana al Death Core, tan en boga por estos días, con riff gancheros y una
muy buena onda en el escenario, la banda conquistaba a los presentes que
estaban desde el minuto 0 del show apoyando a la banda. Gritos, Rugidos, Saltos
y una maquina sónica de moler carne infectaba nuestras almas con
podredumbre. El show culmino con una
lluvia de aplausos y oídos con restos humanos.
La
fiesta continuaría con SOCIAL SHIT, una de las bandas grindcore mas copadas
para ver en vivo, y una de las que tiene más proyección en el país. Hacía casi
dos años que nos los veía. Por lo que estaba ansioso por escucharlos
nuevamente.
Acho
saludo a los presentes y comenzó con la furia de su Grindcore Bizarro, que si quieren una referencia yo mencionaría a Anal Cunt, un show de unos 40’ minutos de fiesta extrema
con temas referidos al sexo, a la depravación del ser humano y a obscenidad,
nos hacía saltar, poguear, revolear la cabeza y festejar cada tema. Acho
anunció que iban a tocar en el Obscene Extreme Fest de la Republica Checa. Una
banda más que representa al Metal Extremo Nacional en Europa, demostrando que
por ahora es el estilo de “mayor
exportación” del país. El bajo, la
batería, los riff y los rugidos de SOCIAL SHIT daban vida durante todo su
setlist a los temas de sus 3 discos. Una verdadera aplanadora enferma y obscena.
Mis vertebras ya pedían descanso, por suerte después de casi 20 temas la banda
se despidió hasta la próxima vez.
Exultante,
después de tremendo show, se preparaba la banda a la que la mayoría de mis
compañeros de viaje vino a ver. INFLECTION tomaba las tablas para cerrar la
noche.
Los muertos vienen Pogueando.
Después
de casi 4 horas de show, uno pensara que las personas están agotadas o que no
tienen ganas de seguir cantando y gritando al ritmo de los blast beat .
Cualquiera pensara que, a esa altura estábamos todos muertos…
Es
verdad. Ya estábamos todos muertos, pero, el death metal es el metal de la
muerte y de los zombies, por eso ni bien Mariano y Hugo (cantante y bajista
respectivamente) nos daba la bienvenida al último round de la noche, volvimos a
la vida para bailar la danza de los metaleros muertos, el amado pogo. Con una propuesta de Death Metal más tradicional, estos amantes de la juerga
zombi nos daba el ultimo sacudón de la noche, Riff violentos a cargo de Kenaz y Nicolas ,el Lepra nos deleitaba con baterías desenfrenadas, el bajo manejado por Huguito martillaba a pura velocidad y para acompañar todo esto la garganta de Mariano que es un ticket de entrada a la
fiesta de la demencia, hacían el marco perfecto para que el teatro de la destrucción
se construya segundo a segundo. La gente, y me incluyo, estaba fuera de sí. Se colgaban
del escenario, bailaban, saltaban, cantaban revoleaban la cabeza a pura
velocidad, no sé si por efectos del alcohol o simplemente por ese amor por las melodías
de la muerte. Uno a uno pasaron los temas -habría un mínimo
altercado con un personaje pero eso quedara en las paredes de aquel bar- . La
fiesta terminaba rápido, cerca de las 5 AM
una lluvia de aplausos, cayó sobre el escenario marcando el fin de la
noche, podrían haber estado tocando tres días seguidos que nosotros seguiríamos
saltando.
Vaciamos
lentamente el recinto y enfilamos de nuevo para nuestro micro escolar devenido
en Micro det.
Vuelta al Infierno.
SOCIAL SHIT Se sumo
al viaje de vuelta. La gente estaba
exhausta pero feliz, como si nuestros oídos y nuestras mentes hubiesen
alcanzado un orgasmo sónico, poderoso e instantáneo. Volvimos charlando entre todos, haciéndonos bromas
durante las dos horas del viaje de vuelta. Una vez traspasado los límites que dividen al
pandemonio metropolitano de la provincia nos sentimos como aquellos
adolescentes que vuelven de un viaje de egresados y llegan exhaustos sabiendo
que la fiesta termino.
Bajamos las cosas del micro, nos aseguramos que no haya ningún
borracho durmiendo en los asientos y despedimos al chófer, algunos fueron a sus
casas otros, seguimos hasta un lugar a desayunar. Luego de ahí cada cual partió a su lugar de
residencia, el reloj marcaba las 7AM y
la noche de invierno todavía no abandonaba la ciudad. Un colectivo me arrastro
hasta la puerta de mi casa. Con una sonrisa de oreja a oreja, abrí las puertas y me tire en la cama. Habían pasado más de 12 horas de mi partida
hacia el punto de encuentro donde saldría el micro. Las estrellas ya no estaban
regocijándose en su lejanía, a la almohada le confesé que esa noche quedaría para
siempre grabada en mi cabeza.
Pasaron los días y cada cual volvió a su rutina, a su lugar
diario, al estudio, al trabajo. Los mensajes de agradecimiento se cruzaban
entre las bandas, entre la gente que participo del viaje, entre los que sueñan con que el Under sea más
que un conglomerado de bandas, y sobre todo entre los que aquella noche se convirtieron
en animales sedientos de Death Metal.
Y es que, como reza en sus letras una de mis bandas
favoritas, EUKZ, “Cuando viajo a las
estrellas siempre acabo en el infierno y cuando vuelvo quemo el cielo”. Ese
día todos salimos del infierno delimitado por la General Paz para viajar a las
estrellas de una noche memorable y prometiendo volver para quemar el cielo.
Mart Le Die para Iniciando Sesion.